Introducción

El Carnaval de Cádiz, con sus coplas, su salero y su picaresca, no es solo un concurso: es el alma de una ciudad que respira humor y creatividad. En las tablas del Gran Teatro Falla, donde cada febrero los gaditanos sacan a relucir su ingenio, las chirigotas tienen un lugar especial. Y si hablamos de chirigotas legendarias, “Los Lacios” de José Luis García Cossío, más conocido como el Selu, ocupa un sitio de honor. En 1995, esta agrupación se llevó el primer premio, dejando una huella imborrable en la memoria de los aficionados al Carnaval de Cádiz.

Con un tipo que parodiaba a los clásicos personajes “lacios” (esas personas que siempre están medio apagadas, sin energía y con un humor peculiar), “Los Lacios” triunfaron por su originalidad y por una gracia tan típica de Cádiz que no podía ser otra cosa que un éxito. Aquella edición del COAC (Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas) tuvo un nivel altísimo, pero los golpes de humor y las letras magistrales de esta chirigota se impusieron con claridad.

Sobre la Agrupación

“Los Lacios” participaron en el COAC de 1995 y lograron hacerse con el ansiado primer premio en la categoría de chirigotas. Dirigida por José Luis García Cossío, también autor de las letras, esta agrupación destacó no solo por su tipo tan bien definido, sino por la capacidad del Selu para captar la idiosincrasia gaditana y trasladarla al escenario.

El Selu, uno de los nombres más importantes del Carnaval de Cádiz, ya había demostrado su talento en agrupaciones anteriores, pero con “Los Lacios” marcó un antes y un después. Decidieron presentarse al concurso con un concepto sencillo pero brillante: representar a los personajes “lacios” que todos conocemos, aquellos que parecen que están “limitados de batería”, pero que siempre sacan una sonrisa por su peculiar forma de ser.

Integrantes de la Agrupación

El liderazgo de José Luis García Cossío fue clave para el éxito de “Los Lacios”. Con su experiencia y un estilo inconfundible, logró reunir a un grupo de carnavaleros con un carisma y una visión cómica que conectaron de inmediato con el público. Aunque los nombres de los integrantes no siempre son tan recordados como el del autor, su química en el escenario fue esencial para dar vida a los lacios.

En el escenario, cada componente representaba a un personaje “lacio” con una expresividad que arrancaba carcajadas desde el primer momento. Entre las voces destacaron las del tenor y el octavilla, que lograron mantener el equilibrio entre la interpretación humorística y la musicalidad. Mientras, el bombo y la caja le daban ese compás tan gaditano que hacía que todo el Falla se viniera arriba.

El Repertorio y Fragmentos de Letras

El repertorio de “Los Lacios” fue una obra maestra. Desde el pasodoble hasta el cuplé, cada letra estaba cargada de un humor fino y una crítica social que no dejaba títere con cabeza. Algunos de los fragmentos más memorables fueron:

Pasodoble:
“Hay quien dice que soy un lacio, que no sirvo ni pa’ dar la hora, pero yo, con mi calma chicha, hago reír hasta a mi suegra Aurora.”

Este pasodoble retrataba con un toque de humor autocrítico a los personajes lacios, conectando con el público que reconocía en las letras a más de un conocido (o incluso a sí mismo).

Cuplé:
“La gente dice que soy flojo, que no me muevo ni pa’ barrer, pero al llegar la noche, ¿quién es el primero en beber?”

El público estallaba en risas con este cuplé que, como es costumbre en el Carnaval, jugaba con dobles sentidos y referencias a la vida cotidiana.

Estribillo:
“Lacio por fuera, pero un fiera por dentro, déjame mi calma, que así vivo contento.”

El estribillo era coreado por todo el teatro, demostrando el éxito rotundo de la chirigota.

El Tipo de la Agrupación

El disfraz de “Los Lacios” era clave para transmitir la esencia de los personajes. Vestidos con ropa algo desaliñada, cardigans de rombos y pantalones algo caídos, los lacios parecían sacados directamente del día a día de cualquier barrio gaditano. Cada detalle estaba pensado para reforzar ese aire apático y despreocupado que definía al personaje.

Los complementos también fueron fundamentales: peinados despeinados (valga la redundancia), una expresión facial de eterno hastío y gestos lentos pero cargados de significado. El resultado fue un tipo que no solo se entendía a primera vista, sino que también se quedó en el imaginario popular como uno de los más icónicos del Carnaval de Cádiz.

Sobre el Autor

Hablar del Selu es hablar de uno de los grandes genios del Carnaval de Cádiz. Con una trayectoria plagada de éxitos, José Luis García Cossío ha demostrado ser un maestro en capturar lo cotidiano y convertirlo en arte. Su estilo se caracteriza por un humor fino, que combina la crítica social con la caricatura de personajes típicos de la vida gaditana.

El Selu empezó su carrera carnavalesca en los años 80 y, desde entonces, ha sacado agrupaciones que han dejado huella en la historia del Carnaval. Su capacidad para conectar con el público y para reinventarse cada año lo han convertido en un referente indiscutible.

Agrupaciones Anteriores del Autor

Antes de “Los Lacios”, el Selu ya había dado muestras de su talento con chirigotas como “El que la lleva la entiende” (1992) y “Los borrachos” (1993), otra obra maestra que también obtuvo el primer premio. Cada agrupación del Selu ha sido un ejemplo de cómo innovar sin perder la esencia gaditana, y su evolución como autor ha sido una constante hacia la excelencia.

Contexto Sobre el Concurso

El COAC de 1995 fue una edición especialmente competitiva, con grandes agrupaciones que marcaron un nivel altísimo en todas las categorías. Sin embargo, “Los Lacios” destacaron desde las preliminares, conquistando al público y al jurado con su originalidad y su puesta en escena.

El ambiente en el Gran Teatro Falla era el de siempre: un hervidero de emociones donde las risas, las ovaciones y las críticas se entremezclaban en cada actuación. Y aunque hubo grandes competidores ese año, “Los Lacios” se alzaron con el primer premio gracias a su auténtico “ángel gaditano”.

Conclusión

“Los Lacios” no solo ganaron el primer premio en 1995: se ganaron un lugar en el corazón de todos los aficionados al Carnaval de Cádiz. Su humor, su autenticidad y su capacidad para retratar con gracia a los personajes de la vida cotidiana los convirtieron en una agrupación inolvidable.

El legado del Selu y de “Los Lacios” sigue vivo en cada Carnaval, recordándonos que el humor gaditano es una forma de arte que nunca pasa de moda. Y, como bien dirían ellos, a veces hay que tomarse la vida con calma, porque en esa “laciosidad” también está la felicidad. ¡Que viva el Carnaval de Cádiz y que sigan las coplas!

por El Pluma del Carnaval

¡Ay, chiquillo! Que te voy a presentá a "El Pluma del Carnaval", un fenómeno de verdá que te va a dejá flipando con sus historias. Este picha, más gaditano que un cartucho de papas aliñás, se ha criao entre coplas y papelillos. Tiene un corazón más grande que la Caleta y lo lleva llenito de Carnaval, ¡válgame Dios!. Él mismo te dirá que es un "escribidor" de historias carnavaleras, que se pasa el día rebuscando entre libros y legajos pa contarte las batallitas de antes, las de ahora y las que vendrán, ¡que el tío tiene una bola de cristal que no veas!. Eso sí, no te creas que es un sabelotodo, ¡que también mete la pata hasta el corvejón de vez en cuando!. Pero como dice él, "errar es humano, y yo soy más humano que un bocadillo de chocos". Así que ya sabes, si quieres reírte, emocionarte y aprender cositas del Carnaval de Cai, no te pierdas ni una letra de lo que escribe "El Pluma". ¡Que te va a dejá con la boca abierta, como un pasodoble en la final!.