Introducción
El Carnaval de Cádiz, esa fiesta que transforma las calles de la ciudad en un hervidero de arte, risas y pasión. Cualquiera que haya pisado el Gran Teatro Falla sabe que lo que ocurre en sus tablas no tiene comparación. La creatividad gaditana se luce en cada agrupación, y en 1987, uno de los nombres que quedó grabado a fuego en la historia del concurso fue “El cuarteto siempre llama dos veces”. ¿No te suena? Pues sigue leyendo, porque este cuarteto no sólo arrancó carcajadas, sino que también se llevó el primer premio de ese año.
Hablar de los cuartetos es hablar de uno de los pilares más queridos del COAC (Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas). Aunque a veces quedan a la sombra de las chirigotas o comparsas, los cuartetos tienen un arte especial: entremezclan teatro y humor de una forma tan pura que, cuando lo hacen bien, conquistan el corazón del público en un suspiro. Y eso fue exactamente lo que logró esta agrupación de 1987.
El COAC de ese año brilló con luz propia. Era la época de los grandes autores que moldearon lo que hoy conocemos como el Carnaval moderno. En este contexto llegó “El cuarteto siempre llama dos veces”, una propuesta llena de ingenio, que supo aprovechar al máximo el carácter teatral del cuarteto.
Hablemos de “El cuarteto siempre llama dos veces”
Este cuarteto nació con un nombre que ya de entrada arrancaba una sonrisa, haciendo referencia a la famosa película “El cartero siempre llama dos veces”. Su propuesta era desenfadada, con un humor ácido pero siempre fresco, como sólo los gaditanos saben hacer.
La agrupación estaba formada por autores de renombre, incluyendo a José Antonio Cárdenas y Miguel Ángel Ramírez Quintero, dos nombres que, en el mundo carnavalesco, son sinónimo de calidad. Su arte para el verso y su dominio de las tablas se hizo evidente desde las preliminares, donde dejaron claro que iban a dar mucha guerra.
Curiosamente, decidieron presentarse ese año con una temática que jugaba con el suspense y el misterio, pero siempre desde el humor. Y vaya si funcionó. Cada pase del cuarteto era un éxito rotundo, y el público se rendía a sus pies.
El arte de José Antonio Cárdenas y Miguel Ángel Ramírez Quintero
Hablar de José Antonio Cárdenas y Miguel Ángel Ramírez Quintero es rendir homenaje a dos figuras que saben lo que es hacer grande el Carnaval de Cádiz. Cárdenas, con su ingenio para crear personajes memorables, y Ramírez Quintero, con su maestría para hilvanar versos que parecen cuentos, conformaron un dúo imbatible.
En “El cuarteto siempre llama dos veces”, se notó cómo su química como autores sacó lo mejor de la agrupación. Los integrantes no sólo interpretaron un repertorio brillante, sino que también demostraron una compenetración en escena que es clave en los cuartetos.
Entre los miembros destacó especialmente el papel del “ficha” principal, cuya vis cómica cautivó al Falla desde el primer momento. En cada escena, lograban que el público se sintiera parte del cuarteto, rompiendo esa cuarta pared con naturalidad y descaro gaditano.
El repertorio
El repertorio de “El cuarteto siempre llama dos veces” fue una de las grandes razones de su éxito. Sus parodias eran hilarantes, cargadas de guiños al cine de suspense y críticas veladas a temas de la actualidad de 1987.
Uno de los fragmentos más recordados decía:
«Aquí en Cádiz todo el mundo sospecha, que el cartero no sólo llama dos veces, sino que trae cartas muy sospechosas, ¡y nunca la pensión de nuestras viejas!»
Con letras como ésta, supieron ganarse tanto al jurado como al público. En cada pase, se escuchaban aplausos y risas que resonaban en cada rincón del teatro.
En los cuplés, demostraron que también sabían jugar con los dobles sentidos. Uno de los más comentados fue:
«Llamó a la puerta un día un cartero, me dijo con carita risueña: llevo un paquete para usted, pero… ¡no se queje si pesa, que es mi suegra!»
El Tipo de “El cuarteto siempre llama dos veces”
El disfraz o «tipo» que lucieron era tan ingenioso como su nombre. Se inspiraba en personajes clásicos del cine negro, pero con el toque exagerado y caricaturesco del Carnaval de Cádiz.
Trajes oscuros, sombreros de ala ancha y un misterioso aire detectivesco completaban el look. Pero el detalle que más se comentó fue un teléfono enorme que llevaba uno de los integrantes, con el que «llamaban» al público en medio de la actuación. ¡Eso sí que era creatividad!
Sobre los autores
Cárdenas y Ramírez Quintero ya tenían experiencia en el mundo del Carnaval, pero este cuarteto fue el que realmente los consagró. Su estilo irreverente y su capacidad para conectar con el público los han hecho leyendas.
Años más tarde, ambos seguirían cosechando éxitos con otras agrupaciones, siempre manteniendo ese toque especial que los caracteriza.
Conclusión: Una llamada que siempre recordaremos
“El cuarteto siempre llama dos veces” fue una joya que brilló en el Carnaval de Cádiz de 1987. Su creatividad, humor y la maestría de sus autores hicieron historia en el Falla. Hoy, sigue siendo recordado como uno de esos cuartetos que marcan un antes y un después en el concurso.
El Carnaval de Cádiz es un reflejo del alma gaditana: libre, crítica y festiva. Y este cuarteto lo representó como pocos. ¡Ojalá sigamos disfrutando de joyas como ésta durante muchos años más!